30 de diciembre: Gershwin, Bernstein y Copland
Un concierto al más puro estilo americano…
Viernes 30 de diciembre de 2016 a les 19.30 h, Auditori de Castelló
La Orquestra Simfònica de Castelló ofrecerá el próximo viernes 30 de diciembre a las 19:30 en el Auditori i Palau de Congressos de Castelló un concierto para cerrar este 2016 con atractivas obras sinfónicas de compositores norteamericanos del pasado siglo XX con reminiscencias del jazz, swing y otros estilos populares americanos y evocaciones a la música cinematográfica.
El concierto se abrirá con 4 Dance episodes from “Rodeo”, del compositor Aaron Copland, nacido en Brooklyn en 1900 en el seno de una modesta familia de inmigrantes rusos. Rodeo (1942), cuyo subtítulo rezaba «El cortejo en Rancho Quemado», era un ballet en un acto coreografiado por Agnes de Mille inspirado en el folclore americano y las historias pioneras del salvaje Oeste. La idea del ballet partió de la señora De Mille para evocar el ambiente festivo y desenfadado que había en los ranchos en los tradicionales rodeos de los sábados por la tarde y que se alargaban hasta el baile de la noche. Un año más tarde Copland decidió adaptar la partitura a una suite de danzas orquestal compuesta por cuatro movimientos que se identifican con los diferentes momentos festivos que tenían lugar en dichos rodeos: Buckaroo Holliday, con reminiscencias de charleston, ragtime y canciones populares; Corral Nocturne, en el que sugiere el ambiente del oeste a través del color orquestal y no de la cita de temas campesinos; Saturday Night Waltz, que se inicia con un sonido que simula un grupo de violines afinando antes de comenzar el típico baile de vaqueros en el granero; y Hoe-Down, construido sobre dos melodías del género conocido como square dance.
A continuación, la Simfònica interpretará el Divertimento del polifacético Leonard Bernstein: director de orquesta, pianista y compositor muy conocido también por ser el autor de la música del famosísimo filme West Side Story. En esta segunda pieza del concierto Bernstein escribe una oda en la que hace gala de su increíble mezcla de estilos que pasan por el jazz, la música popular norteamericana y la influencia de grandes compositores sinfónicos como Gustav Mahler. Compuso esta obra con motivo del Centenario de la Orquesta Sinfónica de Boston en 1980 en un álbum nostálgico, inspirado en recuerdos de la ciudad que le vio crecer y en sus momentos como asistente a los conciertos de la orquesta. El autor quiso darle por ello una forma musical que reflejara casi visualmente sus sentimientos: como viñetas basadas en dos notas —B (Si), por Boston y C (Do) por Centenario—, los más diminutos átomos musicales sirven como germen de ideas temáticas, creando una serie de danzas de variado carácter: Sennets and Tuckets; Waltz; Mazurka; Samba; Sphinxes; Blues y March.
Las dos últimas obras del programa fueron escritas por George Gershwin, que, como Copland, era nacido de Brooklyn e hijo de un inmigrantes ruso. Comenzó a componer de manera autodidacta sus primeras melodías a los 21 años. A su muerte en 1937 había compuesto más de 500 canciones, la mayoría junto a su hermano Ira, sobre todo para musicales de Broadway. Un ejemplo de ello es la famosísima I Got Rhythm que desde su composición en 1930 para el musical Girl Crazy ha sido versionada por artistas de la talla de Benny Goodman, Judy Garland, Fred Astaire, Django Reinhardt, Ella Fitzgerald… Pero, tras su éxito en la música popular, Gershwin comenzó a interesarse por mejorar su técnica de composición e intentó formarse con grandes maestros sinfónicos como Stravinsky o Ravel. Así, el también compositor de la ópera Porgy and Bess escribió otras obras para salas de conciertos, dotando al jazz y al folclore americano de la nobleza que se le había negado. Es el caso de su famosa Raphsody in Blue y de las dos piezas que cerrarán este concierto: la Obertura cubana y Un Americano en París.
La Obertura cubana fue compuesta tras una estancia en La Habana en 1932 en la que el compositor quedó deslumbrado por las posibilidades sonoras de los instrumentos del folclore cubano —maracas, bongos…—. Gershwin demuestra con esta obra su gran habilidad para apropiarse de sonidos y melodías musicales que no son inherentes a su propia cultura musical. Un Americano en París es descrito por el propio compositor como un poema sinfónico que no sigue un programa determinado de escenas: «Mi intención es representar aquí las impresiones de un americano que visita París y que mientras se pasea por la ciudad presta atención a los ruidos de la calle y se impregna del ambiente parisiense» —de hecho, para sugerir el paisaje sonoro emplea instrumentos no convencionales como bocinas de automóvil o cláxones—. La primera parte de la pieza está inspirada en Ravel, Debussy y el Grupo de los Seis pero a lo largo de toda la obra la partitura está salpicada por el blues, el swing y el jazz, favorecidos por la presencia de los saxofones en la orquestación. El compositor decía que «cada oyente puede encontrar en la obra episodios que le sugiera su imaginación»; no obstante, hoy en día subyace en nuestro imaginario colectivo la referencia al filme musical homónimo de Vincente Minnelli que protagonizaron Gene Kelly y Leslie Caron en 1951 y que se inspiró precisamente en esta pieza sinfónica de Gershwin.
Con este programa la Orquestra Simfònica invita a los espectadores a cerrar este 2016 con sonidos de origen norteamericano que evocan a grandes bandas sonoras de la cinematografía del siglo XX estadounidense con el trasfondo de los sonidos del folclore americano y, como bien señalaba Gershwin, con la innegable presencia del jazz, «un elemento muy poderoso que está en la sangre y en el corazón de cualquier estadounidense más que cualquier otro estilo de la música popular. Creo que se le puede reconvertir en obras sinfónicas serias, de valor permanente». Y así fue.
PROGRAMA:
- 4 Dance episodes from “Rodeo” — Aaron Copland
- Divertimento — Leonard Bernstein
- Obertura Cubana — George Gershwin
- An American in Paris — George Gershwin
Henrie Adams, director.